Todo empezó hace seis años, cuando descubrí Tailandia.
Este país me recibió con amor y generosidad y me conquistó al instante. Los impresionantes paisajes, la riqueza cultural, la exuberante naturaleza, todo en Tailandia me inspiró. Pero lo que marcó profundamente mi corazón fueron los rituales de bienestar y belleza que descubrí durante mis viajes. En 2017 tuve el privilegio de sumergirme en el mundo de los tratamientos faciales y corporales, exquisitos aceites para masajes, embriagadora aromaterapia y mucho más.
Esta experiencia me asombró,
y encendió en mí la pasión por el bienestar, la naturalidad y el amor propio. Desde entonces, he regresado cada año para explorar más a fondo estos rituales de cuidado, bienestar y belleza. Esta es una oportunidad para aprender más sobre la espiritualidad pura, el modo de vida natural, la litoterapia y muchas otras maravillas.
De esta profunda inspiración nació Kléophée.
Un remanso de paz y suavidad para ser mimado cada día, en tu propia casa. Me rodeé de un equipo de expertos, compartiendo mi visión de autenticidad y sencillez. En lugar de intentar añadir elementos superfluos a nuestros productos para diferenciarnos de la industria actual, hemos optado por centrarnos en lo esencial: la calidad de los ingredientes. Después de tres años de investigación y desarrollo, hemos creado formulaciones minimalistas y naturales.
Nuestras fórmulas son simples y cortas.
Diseñado para abordar inquietudes específicas, apto para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. Formulamos cuidadosamente, evitando cualquier ingrediente que pueda ser perjudicial para la salud o el medio ambiente. Nuestros productos son 100% franceses y nuestro laboratorio está ubicado en Bayona, Francia.
Con Kléophée, deseo compartir contigo la belleza natural.
y amor propio que descubrí en Tailandia. Te invito a explorar nuestros productos y dejarte consentir cada día, porque te mereces lo mejor. Bienvenidos a mi mundo, donde cada producto cuenta una historia de amor por la belleza auténtica y natural.